Contribución técnica para ocupar el puesto de jefe de proyecto
De colaborador técnico a gestor de proyectos
Si se muere de ganas de engrosar las filas de los profesionales de la gestión de proyectos, la siguiente lectura puede ser para usted. Ten en cuenta que el atractivo papel de gestor de proyectos, especialmente en el campo de la investigación y el desarrollo, no es sólo diversión y juegos. Puede ser a la vez desafiante y extremadamente gratificante. Hace poco pasé a desempeñar a tiempo completo la función de gestor de proyectos en una empresa de ingeniería especializada en consultoría y desarrollo de nuevos productos de fondo de pozo (nomenclatura de yacimientos petrolíferos) para clientes y organizaciones asociadas. Antes trabajaba como colaborador técnico y poco a poco he ido cambiando. Aunque la transición ha sido difícil (y sigue siéndolo), he descubierto que la recompensa de ver cómo los proyectos llegan a buen puerto ha superado todas las dificultades y el estrés que conlleva el puesto. Me gustaría relatar el día a día de lo que hago, darte algunas buenas razones para dar el salto de colaborador técnico a gestor de proyectos, y hacer frente a la idea preconcebida de que si quieres ascender en una organización debes pasar de ingeniero a gestor de proyectos.
Día a día: de colaborador técnico a gestor de proyectos
Las responsabilidades cotidianas cambian considerablemente cuando se pasa de la función de colaborador individual (que un técnico, ingeniero o analista aporta al equipo de proyecto) a la de Director de Proyecto, que supervisa a todos esos miembros. Pasé gran parte de mi carrera como analista de datos y responsable de informes. En este tipo de puestos, mi día a día se dividía normalmente en estas pocas tareas: (1) hablar con técnicos de campo o equipos de ingeniería para recopilar y organizar datos en tiempo real o posteriores a las operaciones, (2) examinar y analizar grandes cantidades de datos para identificar problemas o anomalías, y/o (3) crear informes y visualizaciones de datos para los equipos de ingeniería. Rara vez tenía que asistir a varias reuniones al día o comunicarme con más de una o dos personas en una sola jornada.
Todo esto cambió cuando acepté un puesto de gestor de proyectos en una empresa de exploración y producción (lo que en la industria petrolera llamamos un operador ). Formaba parte de un equipo de cuatro profesionales de la gestión de proyectos (PMP), y todos ellos, o bien llevaban años certificados como PMP, o bien se estaban certificando durante mi estancia allí. Era un mundo nuevo para mí, pero apasionante. En mi día a día pasé de analizar datos, hacer bonitos gráficos y redactar textos técnicos a convencer a los miembros del equipo para que cumplieran sus tareas y ponerme al día sobre la situación de los proyectos y los presupuestos. A diario, te conviertes en un solucionador de problemas y tienes que tomar decisiones que pueden tener implicaciones menores o mayores para el éxito del proyecto. Aunque esto no suene divertido ni emocionante, el disfrute y la recompensa se esconden en las grietas y en la conclusión de un trabajo duro (y a menudo estresante). Aunque este artículo ha sido un poco negativo hasta ahora (y no creo que el puesto sea para todo el mundo), asumir el papel de Director de Proyectos ofrece una oportunidad increíble de mejorar y se disfruta mucho viendo cómo los proyectos llegan a buen puerto. Dicho esto, la función no es para todo el mundo y hay habilidades específicas que se prestan al éxito y a la realización en el puesto.
Algunas habilidades para tener éxito como PM
Durante el tiempo que he trabajado como gestor de proyectos, he identificado tres aptitudes principales que son clave para cualquiera que quiera asumir esta responsabilidad: (1) gran capacidad de comunicación, (2) organización / orientación al detalle y (3) un comportamiento tranquilo y muy profesional.
Comunicación
En mi opinión, la habilidad más importante para ser un buen gestor de proyectos es una buena comunicación. Algunos dicen que es una habilidad "blanda", pero yo me he dado cuenta de que, en la gestión de proyectos grandes y pequeños, la capacidad de comunicar con claridad es clave. Dos ideas principales sobresalen como claves para comunicarse con equipos internos u organizaciones externas, ya sea un cliente o un socio estratégico. No importa si un proyecto tiene un presupuesto bajo o alto, y si el proyecto es interno de tu organización o con un cliente, debes ser capaz de transmitirlo todo con claridad: prioridades, estado actual, hoja de ruta futura, implicaciones de la toma de decisiones. Considero que este es quizá el mayor trabajo de un Jefe de Proyecto, y aunque pueda parecer algo sencillo, esta habilidad debe practicarse. Otro aspecto clave de la buena comunicación que debe asumir el PM, específicamente en el campo de la investigación y el desarrollo, es la capacidad de ser el enlace entre la jerga técnica de un equipo de ingeniería y la terminología del "mundo real" del usuario final. Esto también requiere mucha habilidad y práctica.
Organizado y detallista
A medida que los proyectos se hacen más y más grandes, y se asumen equipos de proyecto más grandes y múltiples proyectos, mantener todo organizado es una necesidad. Cada día añado entre 5 y 10 tareas nuevas para mantener el proyecto en marcha. Sin una organización compulsiva, o una memoria fotográfica, hacer un seguimiento de todo para un proyecto es imposible.
Comportamiento tranquilo y profesional
Los proyectos se convierten en estresantes puntos de discordia entre el cliente y la empresa encargada de llevarlos a cabo. Gran parte de la responsabilidad de un PM es la relación con el cliente. Un PM rara vez se lleva la gloria, y siempre se ocupa de los problemas. En mi experiencia, el papel del PM es proteger al equipo del proyecto (en la medida de lo posible) del estrés de las relaciones con el cliente, los presupuestos, los plazos, etc., para que los expertos en la materia puedan realizar su mejor trabajo y producir el mejor producto posible. Un gestor de proyectos debe ser capaz de mantener la calma y la profesionalidad en situaciones difíciles. Cuando el cliente viene gritando a través de la videollamada a ti y al jefe de tu jefe, ¿puedes mantener la cabeza fría?
Ahora, el POR QUÉ... ¿Por qué dar el salto?
En primer lugar, quiero disipar la idea preconcebida de que, para que tu carrera siga avanzando, debes pasar de ingeniero a jefe de proyecto (ten en cuenta que no soy ingeniero, pero sí un experto en la materia). ¿Por qué? Si te gusta la ingeniería, profundizar en los detalles y resolver problemas complejos, sigue siendo ingeniero. Trabaja para ser el mejor ingeniero que puedas ser, obtén tu PE y continúa aprendiendo nuevas habilidades y técnicas. Repito: la gestión de proyectos no es para todo el mundo. Los ingenieros y los expertos técnicos pueden ser excelentes gestores de proyectos, pero debes dar el paso por las razones adecuadas. Pásate a la función de PM porque te encanta ver cómo un producto final triunfa en el mercado, o porque te encanta entablar relaciones con la gente. Tal vez seas de los pocos que ven los árboles por el bosque y cómo cada aspecto del proyecto contribuye al éxito general. ¿Le encanta aprender nuevas ideas y temas? Si ver un producto final y el éxito que aporta a su organización merece la pena el trabajo duro y el estrés de semanas (o meses o incluso años) de trabajo, conviértase en Gestor de Proyectos. Si le gusta trabajar con todos los niveles de una organización, desde el técnico en el laboratorio hasta el presidente y director general, pasando por el usuario final, conviértase en gestor de proyectos.
SI TE GUSTA CONSTRUIR EL BOSQUE CON LOS ÁRBOLES, ¡CONVIÉRTETE EN GESTOR DE PROYECTOS! (¿Sabe cuál es la diferencia? Pregúnteselo de verdad).